Autoridades de turno han repetido en varias ocasiones y en diferentes medios de comunicación, que en la parroquia rural Alluriquín no se podrían ejecutar obras por la alerta naranja que pesaba sobre este territorio.
Sin embargo, el planteamiento fue desmentido ayer por la directora de la Secretaría de Gestión de Riesgos, Alexandra Ocles.
“Ese tipo de pronunciamientos no ha sido más que una excusa. Si una zona se declara de riesgo, es precisamente para intervenir con urgencia, no para dejar que el tiempo pase y todo empeore”, mencionó la autoridad, quien ayer recorrió parte del río Damas que pasa por el centro poblado.
Los habitantes de Alluriquín esperaron en el puente Ocles, la acompañaron en el recorrido por las riberas del afluente y aprovecharon para hacer sus pedidos.
El Presidente electo del Gobierno Parroquial, Hugo Moreno, recordó que Alluriquín está rodeado por los ríos Damas y Toachi, todo se ha trabajado por la parte del primero, por eso solicitó que el otro tramo también sea inspeccionado.
“No hay plazos y no se conoce nada de los sitios donde aún se tienen pendientes las obras de mitigación”, mencionó.
También intervino el presidente actual, William Arteaga. “Esperamos que el nuevo alcalde cambie el concepto que se ha tenido hasta ahora con nuestra parroquia”, dijo.
Al respecto, el anuncio de Ocles fue que con la entrega de la nueva de limitación de las zonas de riesgo, se facilite y mejore la planificación de las instituciones competentes.
“Hicimos un levantamiento de información a través del cual hemos delimitado el perímetro que estaba declarado como zona de riesgo. Hay zonas que son menos vulnerables ahora y tienen otra consideración. Eso permite mayor planificación para las obras que tengan que desarrollarse en la parroquia”, manifestó.
Los habitantes de Alluriquín, entre otras solicitudes, también se refirieron a las obras pendientes, propuestas a raíz de la construcción de la hidroeléctrica Toachi-Pilatón, y la reapertura de una escuela en el recinto Unión del Toachi.