La exanalista de inteligencia del Ejército de Estados Unidos, Chelsea Manning, fue liberada tras dos meses de cárcel por negarse a declarar sobre revelación de secretos militares y diplomáticos a WikiLeaks.
Manning salió del Centro de Detención de Alexandria (Virginia) tras 62 días de confinamiento, informó en un comunicado la noche del 9 de mayo su equipo legal.
No obstante, la defensa aclaró que esta puede volver a la cárcel, puesto que ha sido convocada para testificar de nuevo ante un gran jurado diferente, el jueves 16 de mayo. Pero ya se ha ratificado en su negativa de comparecer.
De allí que los abogados advirtieron que «es concebible que una vez más sea retenida por desacato al tribunal y sea devuelta a la custodia del Centro de Detención de Alexandria» posiblemente ese mismo día.
«Chelsea continuará negándose a responder preguntas, y utilizará todas las defensas legales disponibles para demostrarle al juez (…) que tiene motivos justificables para su negativa a dar testimonio», añadieron.
Manning se opuso en marzo pasado al interrogatorio en una comparecencia ante un gran jurado en el Tribunal del Distrito Este de Virginia y fue acusada de desacato. Aunque no se sabe con exactitud lo que los fiscales quieren preguntarle a Manning, ella y sus abogados han dicho que continuará negándose a declarar sobre WikiLeaks o su fundador, Julian Assange.
Asange fue arrestado en Londres el pasado 11 de abril, tras habérsele retirado el asilo diplomático que le concedió el Gobierno Ecuador durante casi siete años.
Manining fue condenada a 35 años de prisión por las revelaciones a WikiLeaks, pero su sentencia fue conmutada en 2017 por el entonces presidente, Barack Obama. Pasó en total 7 años en la cárcel.
Mientras era analista de inteligencia militar, Manning filtró en 2010 al portal WikiLeaks más de 700.000 documentos clasificados sobre las guerras de Irak y Afganistán y cables del Departamento de Estado.
Con información de El Telégrafo