El sábado está a la vuelta de la esquina. Un día de lo más especial para Meghan Markle y el príncipe Harry ya que celebrarán el bautizo de su hijo Archie. Una emotiva celebración de la que informamos y que antes de ocurrir ya está generando todo tipo de comentarios y controversia.
Según la prensa inglesa, los duques de Sussex se están saltando una regla de oro en palacio: informar públicamente sobre quiénes serán los padrinos del pequeño. Los papás se han negado a dar esa información y este gesto ha ofendido a muchos.
La iglesia de Inglaterra considera que los detalles de un bautismo, incluidos los padrinos, han de ser públicos, algo que no se está cumpliendo en este caso.
La información estaría disponible para cualquiera que quisiera saberla y esté dispuesto a pagar por ese trámite. Sin embargo, los nombres son una incógnita.
Las apuestas no han parado de hacerse desde que los orgullosos papás aseguraran que mantendrían esa información en la más estricta intimidad.
Lo que sí ha trascendido es el cómo, cuándo y dónde, además del numero de invitados, del esperado evento.
Serán alrededor de 25 personas, todos ellos familiares y amigos muy allegados a la familia. Era el propio palacio de Buckingham quien anunciaba que el gran día sería este sábado 6 de julio en la capilla privada del Castillo de Windsor.
El comunicado anunciaba ya que los padrinos se mantendrían en secreto hasta el día de la celebración en el que compartirán fotos del entrañable momento en sus redes oficiales.