Según la Cámara Nacional de Distribuidores de Derivados de Petróleo del Ecuador (Camddepe), en el mercado de cada 10 galones de gasolina vendidos uno es de super; hace un año, eran dos de cada 10.
La baja demanda responde, principalmente, al alza del precio de este producto para el sector automotor.
La súper pasó de costar entre USD 2,10 y 2,32 por galón -según la estación servicio- a 2,98, en agosto del año anterior. Además, entonces se autorizó subir el octanaje de 90 a 92. Y cuatro meses después, el Régimen liberó el precio de este combustible.
Entre diciembre y agosto, este producto se ha comercializado hasta en USD 3,19 cada galón. Actualmente, su valor está entre USD 2,88 y 2,98.
Los conductores han optado por tomar medidas que les permita ahorrar en el consumo de este derivado. Vinicio Tapia -que antes consumía súper- decidió utilizar extra en su vehículo modelo 2018. Cada galón de este derivado cuesta USD 1,85, igual que la ecopaís.
Esta medida significó una reducción del 39% en la demanda de la súper, entre enero y junio de este año, en relación con el mismo periodo del 2018, según el Informe Estadístico Mensual de Petroecuador.
En el primer semestre del año se dejaron de comercializar alrededor 37,9 millones de galones de súper. Por otra parte, subió la demanda de extra y ecopaís, en 42,3 millones de galones, refiere Petroecuador. Ambos derivados aún mantienen una subsidio por parte del Estado.
Para Oswaldo Erazo, secretario ejecutivo de la Camddepe, la migración del consumo de súper hacia gasolinas subsidiadas modificó las metas del Gobierno respecto del ahorro que se esperaba tras el retiro o ajuste de la subvención que recibían estos productos.
Con estas acciones, el Gobierno aspiraba a generar un ahorro de USD 120 millones anuales por el retiro del subsidio a la súper.
Según cifras del Banco Central del Ecuador (BCE), entre enero y junio de este año, el Estado ahorró alrededor de USD 134 millones en la asignación de subsidios para gasolinas (naftas de alto octano). Esta cifra incluye la súper, extra y ecopaís.
“En función de este escenario, el Gobierno no podría cumplir con la meta de ahorrar alrededor de USD 520 millones en este año en subsidios”, expresó Erazo.
En el caso de la súper, debido a que los consumidores reemplazaron este derivado por extra o ecopaís, se estima que el ahorro se cumpla parcialmente, explicó Fausto Ortiz, exministro de Finanzas.
Así, el efecto del ahorro no sería tan elevado como era el plan inicial, porque la demanda cayó y se reemplazó por productos que tienen subvenciones, sostuvo Ortiz.
Erazo mencionó que debido a que la venta de súper bajó, la facturación de esta gasolina, que es la más cara del sector automotor, también disminuyó.
Otro de los efectos es que los propietarios de las estaciones de servicio han tenido que hacer una inversión mayor para comprar este derivado. En promedio, para abastecerse de este producto se requiere de un 25% más de capital, precisó la Camddepe. Desde que se liberó el precio de la súper el costo en terminal ha fluctuado entre USD 1,96 y 2,59, el galón.