Cancillería de Honduras informó este martes 17 de septiembre del 2019, que una migrante de Honduras y su bebé de nueve meses se ahogaron en el río Bravo, fronterizo entre México y EE.UU., iban en busca del ‘sueño americano’.
Idalia Yamileth Herrera Hernández, de 26 años, y su pequeño, originarios del sureño departamento de Valle, fueron arrastrados por la corriente fuerte del río Bravo en Texas, mientras intentaban cruzar la frontera.
La vicecanciller, Nelly Jerez, comunicó que Herrera había logrado ingresar hace unos meses a Estados Unidos, pero fue detenida y remitida a Matamoros, México, para hacer su solicitud de asilo.
La mujer en lugar de esperar una respuesta, decidió cruzar por su cuenta. En los últimos cinco años se han repatriado 1 557 cuerpos de hondureños muertos en la ruta migratoria a Estados Unidos, según Jerez.
En junio pasado, un padre salvadoreño y su hija menor también fueron arrastrados por la corriendo del río Bravo. La imagen de los cuerpos sin vida de Óscar Alberto Ramírez y su hija Valeria, de 23 meses, se convirtió en un símbolo más de la tragedia en las fronteras y de la situación de los migrantes en la frontera entre EEUU y México.
Según datos del Observatorio de Migraciones de Honduras, en lo que va del año 85 523 hondureños han sido deportados, 29 508 de ellos desde Estados Unidos.
La cancillería detalló que hasta el 31 de agosto había en México 38 323 migrantes irregulares en espera de una respuesta a su solicitud de asilo, de los cuales 13 728 son hondureños, 12 175 guatemaltecos, 4 922 salvadoreños, 4 473 cubanos y los demás son ecuatorianos, nicaragüenses, venezolanos, colombianos y otras nacionalidades.
Las autoridades de EE.UU. ya están aplicando las respectivas medidas para denegar el asilo a migrantes que hayan pasado por México u otro país sin pedir protección.