Que tu estómago emita especies de rugidos cuando tienes hambre, o incluso después de comer, se puede tratar de sonidos normales que solo se presentan porque el organismo está haciendo la digestión de los alimentos.
Sin embargo, cuando estos gruñidos incrementan y se le suman síntomas de malestar, puede que estés padeciendo algún trastorno intestinal. Pero calma, aún no es momento de preocuparse.
Si has realizado un cambio estricto en tu alimentación, en el que has excluido gran parte de alimentos y calorías diarias, de seguro tu estómago hará ruidos queriendo informar que aún tiene hambre.
O si has consumido bebidas gaseosas con frecuencia, el cuerpo produce gases que se aprietan como burbujas en las paredes estomacales, hasta que revientan y escuchamos estos raros sonidos.
Pero SaludunComo.com, informa que esta clase de gruñidos también puede deberse a afecciones, como la intolerancia alimenticia, por ejemplo.
En este caso, los sonidos aparecen luego de comer, acompañados por dolores abdominales, pesadez y diarrea.
Y si lo que antecede a estos ruidos son el ardor estomacal y dolores abdominales, puede que se trate de una úlcera gástrica o péptica. Esta es una llaga que se forma en la mucosa que rodea las paredes del estómago, o en el duodeno (primera parte del intestino delgado).
Otra afección que puede calificar dentro de este síntoma es el síndrome del intestino irritable, conocido como una enfermedad digestiva crónica que altera el ritmo intestinal, además de provocar dolor abdominal y estomacal fuerte.
Frente a los diversos síntomas ya mencionados, lo mejor es acudir a un médico pronto. Además que estos excesos de gases o sonidos no son para nada agradables, y pueden ser el inicio de un padecimiento crónico.