Este 21 de noviembre Colombia vive una jornada de paro nacional, acompañada de multitudinarias marchas que ya comienzan a reunir a miles en varias ciudades del país suramericano. Los colombianos movilizados rechazan las políticas del presidente Iván Duque.
En Medellín, capital del departamento de Antioquia, los primeros en salir a las calles fueron los estudiantes de la Universidad de Antioquia y la Universidad Nacional, quienes realizaron un plantón.
A los estudiantes se sumaron representantes de la sociedad, entre ellos, gremios de maestros, trabajadores, jubilados, artistas, que colman las calles de la ciudad de manera pacífica. En Medellín, el gran plantón fue convocado para la 13H00 hora local.
Entretanto, en Bogotá (capital colombiana) las movilizaciones populares comenzaron con algunos bloqueos de vías y la represión del Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD).
En otros departamentos de Colombia se suman los indígenas, campesinos, obreros y otros sectores populares a la jornada de paro nacional.
En jornadas previas a la movilización, las organizaciones sociales denunciaron las medidas del Gobierno de Duque para evitar la protesta social.
La Oficina en Colombia de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos expresó este jueves su preocupación por los decretos, circulares e instructivos que permiten a los alcaldes y gobernadores declarar toques de queda y solicitar apoyo militar en el marco de las protestas.
El organismo internacional recordó que el Estado debe limitar y condicionar al máximo la actuación de las fuerzas militares en manifestaciones debido a que ponen en riesgo a los civiles.
De acuerdo con las organizaciones sociales, convocaron al paro nacional en rechazo a la reforma laboral de Duque que plantea la reducción del salario para los jóvenes, así como la reforma de pensiones que pone en riesgo este derecho de los adultos mayores. Por su parte, el mandatario colombiano niega que existan estas reformas.
Asimismo, los marchistas cuestionan la corrupción en el país, las privatizaciones, así como la intención de rebajar impuestos a las grandes empresas y multinacionales y imponer tributos a la clase media y trabajadores.
Exigen un salario mínimo que permita vivir en condiciones dignas y el cumplimiento por parte del Gobierno de acuerdos alcanzados con diferentes gremios.