Las aglomeraciones de personas es un problema difícil de controlar en la urbe santodomingueña, hay ciudadanos que no toman las medidas de seguridad para evitar la masificación del coronavirus en la ciudad.
A pesar del cierre de varias calles centrales, los comerciantes ambulantes se las ingenian para ubicar sus triciclos y comercializar diferentes productos. Sin embargo, no miden el riesgo que esto significa porque no todos usan las mascarillas y guantes para protegerse del virus.
Las calles lucen llenas de compradores, quienes en su mayoría indican que es la única opción para abastecerse de alimentos. “No coincide el número de cédula para ingresar al mercado, de ley tenemos que buscar otras opciones”, manifestó Efrén Pérez, comprador.
Ayer se realizó un operativo en la sector de la Ejército Ecuatoriano y Guayaquil, accionar que terminó con el decomiso varios productos. Pero la oposición de los comerciantes fue evidente, a tal punto que intentaron agredir a los funcionarios que ejecutaban el control.
Marco del Pozo, director de Control Territorial, criticó a vendedores y compradores, “parece que nadie entiende que estamos en emergencia, siguen aglomerándose sin pensar en los contagios”.