De acuerdo al principal infectólgo de EE.UU., y miembro del Grupo de Trabajo de la Casa Blanca sobre el Coronavirus, la evidencia científica sobre la evolución del virus en los murciélagos apunta «muy, muy fuertemente» a que el SARS-CoV-2 «no pudo haber sido manipulado artificial o deliberadamente»; por el contrario, indica «que [el virus] evolucionó en la naturaleza y luego saltó a otras especies».
Estas declaraciones se contraponen a las pronunciadas el domingo 3 de mayo por el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, quien aseguró que existe «evidencia enorme» de que el coronavirus se originó en un laboratorio chino de Wuhan.
Por su parte, el presidente del Estado Mayor Conjunto de EE.UU., el general Mark Milley, declaró este 5 de mayo que su país no tiene información sobre dónde se originó el coronavirus.
Por otro lado, Fauci expresó su preocupación ante la posibilidad de un rebrote de covid-19 durante el otoño de no reducirse la tasa de infección durante el verano.
Ante este posible escenario, opinó que EE.UU. debería fortalecer su sistema de salud, además de garantizar la disponibilidad de camas de hospital y ventiladores, así como de equipo de protección personal para el cuerpo médico.
Asimismo, el director del NIAID cree que una vacuna contra el covid-19 podría estar disponible para enero de 2021, puesto que ya hay una que podría pasar a ensayos clínicos avanzados a principios del verano.
Según los últimos datos proporcionados por la Universidad Johns Hopkins, en EE.UU. se ha registrado un total de 1.181.885 contagios de covid-19 y las muertes a causa de la enfermedad ya suman 70.115.