El experto en ciberseguridad argentino Sebastián Stranieri considera que el hackeo masivo el pasado miércoles a cuentas de Twitter de personajes públicos y empresas tiene que ver con un intento de acceder a información confidencial más que con la simple estafa de bitcoins que aparentó ser.
«Acá hay dos formas de ver este ataque: una lo que vio el público, que tiene que ver con lo que a mí me parece una cortina de humo (…); la segunda es a qué tipo de información tuvieron acceso (los hackers) realmente», dice Stranieri en una entrevista con Efe.
Lo segundo sería, según él, el «objetivo real» del ataque que sufrieron hace unos días las cuentas en Twitter de los multimillonarios Bill Gates y de Elon Musk y la del expresidente de Estados Unidos Barack Obama, que a simple vista era una estafa que ofrecía pagos con Bitcoin.
Además de las de Gates, Musk y Obama, también fueron pirateadas las cuentas del virtual candidato demócrata a la Casa Blanca, Joe Biden; del propietario de Amazon, Jeff Bezos; del artista Kanye West; y de las compañías Uber y Apple.
Los «hackers» publicaron mensajes parecidos que ofrecían doblar el dinero que usuarios ingresaran en Bitcoin a un monedero virtual de criptomonedas.
Stranieri cree que esos mensajes desviaron la atención mientras los piratas cumplían su misión principal.
“Cualquier tipo de información confidencial que haya podido manejar una cuenta verificada pudo haber estado en riesgo», indica.
Twitter reconoció la brecha en su sistema de seguridad y abrió una investigación.
«Lo que pasó acá fue un ataque coordinado de múltiples personas con empleados de Twitter para poder acceder a los sistemas de administración de las cuentas internas de la compañía», analiza Stranieri.
Decenas de ataques como este se producen en todas las redes sociales cada año.
Este experto en seguridad argentino, director ejecutivo de la empresa VU Security, apunta a que la mejor manera de prevenir este tipo de ataques es aumentar «la capacitación» de su personal de ciberseguridad, y asegura que en el sector hay cerca de un millón de empleos que se encuentran sin cubrir en todo el mundo.