Lo que vivimos ayer en el Estadio Rodrigo Paz Delgado fue una auténtica exhibición de fútbol posicional. Independiente del Valle arrasó a Flamengo en la tercera jornada de la Copa Libertadores y demostró que actualmente es el mejor equipo de América. Miguel Ángel Ramírez le ganó la partida a un Domenec Torrent que queda en la cuerda floja tras el 5-0 recibido en Quito, publica diario AS de España.
Los ecuatorianos pasaron por encima de los brasileños como un rodillo. No les dieron opción a nada. Impusieron su ley de principio a fin. Todos y cada uno de los jugadores de los Rayados estuvieron a la altura de las circunstancias y más y evidenciaron que el Mengao es tan solo una sombra de lo que fue el año pasado con Jorge Jesús.
Desde su llegada a Ecuador, Miguel Ángel Ramírez no ha parado de trabajar. Con un toque bielsista, el canario es un enamorado de la táctica y está obsesionado con la minuciosa preparación de cada partido. Si hay algo que ha inculcado en la plantilla es el sacrificio de todos sus futbolistas sobre el terreno de juego.
Todos tienen el mismo peso en el equipo y todos tienen espíritu goleador; cualquiera puede sorprender y marcar. Además, todos se sacrifican en defensa. La repartición de tareas está muy clara, pero todos tienen claro que si alguno de sus compañeros falla, la responsabilidad es del grupo por no haber sabido ayudarle.
Ramírez juega con las líneas muy adelantadas, algo que en la LigaPro le ha pasado factura en más de una ocasión, pero si no arriesgas no ganas. Pinos es un jugador de campo más. Raro es verle clavado en el área.
Lo habitual es que esté integrado como un miembro más de la defensa llegando incluso a moverse en el centro del campo en algunas ocasiones. Defensa segura que combina la velocidad de sus laterales (Ángelo Preciado, Beder Caicedo y Anthony Landázuri) con la solidez de sus centrales.
Luis Segovia y Richard Schunke son la perfecta definición de lo que es Independiente del Valle: veteranía y juventud conviven en un magnífico clima de compañerismo y solidaridad. A sus 22 años, Segovia ya es uno de los centrales más interesantes del continente. Tiene una zancada muy potente y su salida de balón es muy limpia.
En el centro del campo no hay discusión. Faravelli y Pellerano llevan las riendas del equipo. El exjugador de Gimnasia roba, ordena, distribuye e incluso se suma al ataque. Rompió todas las líneas de Flamengo en la Copa Libertadores y ofreció un clínic de cómo se juega al fútbol.
Pero la auténtica joya del medio campo de Independiente del Valle es Moisés Caicedo. Con 19 años, tiene un futuro brillante por delante. Potencia y polivalencia son sus dos mejores armas. Pivote e interior con llegada, asiste y marca. Lo tiene todo para triunfar.
Y arriba es donde Miguel Ángel Ramírez tiene un gran abanico de opciones distintas y todas ellas le han dado resultados satisfactorios. Gabriel Torres, Fernando Guerrero, Christian Ortiz, Jacob Murillo, John Sánchez, Edson Montaño, Darlin Leiton… Nombres con mucho talento que a base de triangulaciones y pases rápidos en corto desmontan cualquier entramado defensivo rival.
El técnico español ha construido un equipo prácticamente imparable y lo ha lanzado a lo más alto del panorama internacional. Independiente del Valle domina América y su trabajo ya está en el escaparate mundial. Sin embargo, los elogios no levantan a Ramírez del suelo.
Esta semana, el técnico español ha reconocido que Flamengo le ofreció un contrato cuando Jorge Jesús se fue al Benfica y, aunque no dio más detalles, es de admirar que prefiriera quedarse para seguir creciendo en Ecuador.
La apuesta brasileña era demasiado arriesgada en aquel momento (si no que se lo digan a Torrent) y está claro que el canario no tardará en dirigir en Brasil o incluso en Europa, donde ya saben de su buen trabajo. Los sangolquileños son los grandes favoritos a conquistar la Copa Libertadores y no habría que descartarlos para el próximo Mundial de Clubes.