Para evitar el pago de intereses o el diferimiento de deudas, Alejandra prefiere usar su tarjeta de débito cada quincena del mes. Ella gasta cerca de $ 200 en alimentación para su familia de tres integrantes.
Afirma que usa la tarjeta de débito porque no le gusta tener deudas. “Compro la comida en el supermercado los quince de cada mes y lo hago con la tarjeta de débito porque es una reducción al instante de mi sueldo. No uso la tarjeta de crédito porque eso me significa mantener una deuda. La tengo solo para emergencias”, menciona.
Según la Superintendencia de Bancos, el uso de la tarjeta de débito aumentó en más del 9%.
A febrero del 2021 se registraron 8,7 millones de tarjetas de débito, esto es, un incremento de 9,3% frente al mismo mes del 2020.
De acuerdo con el ente regulador, esta tendencia se mantiene desde el año pasado, pues en diciembre del 2020 se registró un aumento anual de 11% en el número de tarjetas de débito.
“Es importante también indicar que el número de transacciones con tarjetas de débito creció, lo que evidencia que las personas están optando por usar más este medio de pago seguro y rápido”, dice la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (Asobanca).
Y fueron 5,7 millones de transacciones con tarjeta de débito que se realizaron en febrero de este año, un alza del 6,5% frente a febrero del 2020.
Pero también se incrementó el monto de compras y pagos con tarjeta de débito. La facturación fue de $ 169 millones a febrero del 2021, lo que representa una variación anual positiva de 11,7%.
Según Asobanca, optar por el uso de tarjetas de débito representa un menor riesgo para las personas y familias “que tratan de evitar incidencias relacionadas con la inseguridad, por ejemplo, para no recibir billetes falsos”.
En tanto, el número de transacciones con tarjetas de crédito registró un decrecimiento de 21% si se compara con febrero del 2020, de acuerdo con la Superintendencia de Bancos.
Y también se refleja en el consumo, puesto que a febrero del 2021, el saldo total con tarjeta de crédito fue de $ 7.361 millones, lo que significó un decrecimiento anual de 3,4%.
En este mismo periodo, el total de tarjetas de crédito fue de 3,4 millones, mientras en febrero del 2020 alcanzó 3,5 millones, reportando un decrecimiento de 3,6% anual.
Esta participación provincial de las tarjetas de crédito se concentra en Pichincha con el 35%, seguido de Guayas con 29%, Manabí con 7%, Azuay con 5% y El Oro con el 4%.
Según Asobanca, este comportamiento es comprensible porque febrero del 2020 fue un mes normal para la economía; es decir, de “pre-COVID”.
Aunque sí hubo un crecimiento anual en los cupos. En febrero del 2021 el cupo promedio máximo creció anualmente en 1,7% y el cupo promedio mínimo aumentó en 1,4% en igual período de comparación.
Como ocurrió con José en el segundo trimestre del 2020. En su tarjeta de crédito tenía un cupo de $ 2.800 y le aumentaron a $ 4.800.
“Me sorprendió que me hayan subido el cupo y nunca me consultaron. Solo me llegó un mensaje de texto y un correo electrónico diciendo que mi cupo fue aumentado”, explica.
Corresponsales no bancarios y cajeros automáticos
Según datos de la Superintendencia de Bancos, los corresponsales no bancarios (CNB) mantienen una importante tendencia de crecimiento.
El número de CNB fue de 34.846 a febrero del 2021, esto es, 6.506 corresponsales no bancarios adicionales frente al mismo mes del 2020.
El 36,4% de CNB se encuentran en industrias, el 24,0% en tiendas y el 7,2% en micromercados.
En tanto, en el mismo periodo, los cajeros automáticos como las oficinas registraron 4.686 y 1.479 unidades funcionales a nivel nacional con una variación anual de 2,4% en cajeros automáticos y -0,3% en oficinas.