Rubén Andrade, de 67 años, llegó junto a su hermana Zaida al Cementerio Patrimonial de Cuenca desde las 08:00. Trajo varias fundas llenas de flores artificiales amarillas y rojas, y unas cuantas herramientas improvisadas como tijeras y tenazas para arreglar el lugar donde los restos de su padre, Fausto, descansan desde hace 5 años.
Al pie de la tumba, en el área verde, un pequeño pino está decorado con flores y rodeado de una figura de corazón elaborada en el pasto. Junto a este árbol están grabadas, sobre el llano, las iniciales del nombre de su padre.
Lo que hicieron Rubén y Zaida fue colocar las flores alrededor del pino y de las iniciales de su padre, mientras que en la lápida fueron sobrepuestas pequeñas coronas. Con unas tijeras de mesa cortaron el alto del llano para dejar ver la decoración.
Rubén explica que desde que falleció su padre, no ha dejado de rendirle homenaje y dedica gran parte de su tiempo a arreglar su tumba.
También comentó que la habitación donde vivió los últimos años se encuentra intacta y llena de recuerdos que son enviados desde diferentes partes del país.
“Yo soy policía y mi padre fue, por varios años, nombrado padre símbolo de la institución. Los recuerdos llegan de todos lados y esto nos hace sentir muy feliz, por que su memoria sigue intacta entre todas las personas que lo conocieron”, dijo.
Limpieza
Al igual que estos hermanos, del otro lado del cementerio se encontraban Silvia Zhindón, Catalina y Salvatore Bravo. Con franelas, escobas y agua limpiaban el tumulto de su abuelo, bis abuelo y tatarabuelo, respectivamente, para rendir homenaje a sus seres amados.
Ellos comentaron que ayer visitaron 5 tumbas e hicieron el mismo proceso de limpieza en todas. La tradición de esta familia se extiende a la celebración de una eucaristía privada y la reunión de toda la familia.
“Ahora nuestros padres ya no pueden venir por que tienen una edad avanzada, sin embargo, no hace mucho la tradición era venir entre toda la familia”, comentó Zhindón.
Christian Terreros también asistió para limpiar la tumba de su hermano acompañado de su esposa e hijo. Esto lo hace desde hace 30 años.
La jornada de ayer en el cementerio fue similar para todos los ciudadanos que llegaban desde las 08:00 que se abrieron las puertas del lugar.
En la noche el ambiente cambió y las notas musicales de los instrumentos de la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Cuenca llenó el lugar.
Este fue un tributo organizado por la Empresa Municipal de Servicios de Cementerios, Salas de Velaciones y Exequias de Cuenca (EMUCE) y contó con la participación de 400 personas que reservaron con anticipación.
Además, la Casa de la Cultura y el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural presentaron un libro que aborda la cultura funeraria en el país.
Hoy se conmemorará a los difuntos con dos eucaristías. La primera es a las 10:00 en la Catedral de la Inmaculada, oficializada por el monseñor Marcos Pérez.
La segunda será retransmitida a las 15:00 desde la iglesia de San Blas. Será oficializada por el padre Ramiro Cristancho.
El grupo de teatro Barojo desarrollará esta noche, desde las 18:00, su tradicional Ruta de Leyendas en las catedrales de la ciudad.
Visitarán los mausoleos y recordarán las tradiciones que se vivían en el Día de los Difuntos y leyendas que existen en torno a varios personajes históricos.
Las rutas son guiadas por actores que personificarán a la ‘Suquita Matea’, a la ‘Cusinga’, y al ‘Atacocos’.
El aforo es de 25 personas y saldrán grupos cada 30 minutos. Para reservar el espacio se debe llamar al 0994115897.