Una nueva encuesta revelada este miércoles en Quito, Ecuador, muestra que la aprobación del presidente de esa nación, Guillermo Lasso, habría caído en más de un 40 por ciento en los últimos meses, cuando solo el 30,82 por ciento la califica de «buena» o «muy buena», un descenso acentuado desde agosto del año pasado.
La encuestadora Perfiles de Opinión publicó las cifras de aceptación de la investigación con corte en abril pasado, con un trabajo de campo entre el 22 y el 25 de abril, el cual incluyó 617 hombres y mujeres entre 18 y 65 años que viven en Quito y Guayaquil. Tiene un margen de error de +/- 4.03% y un intervalo de confianza del 95 por ciento.
La mayor desaprobación de Lasso se da en Guayaquil, donde el 50,71 por ciento de encuestados califican como mala su gestión y el 18,51 por ciento como muy mala. En Quito, el 44,84 por ciento la califica como mala y el 18,16 por ciento como muy mala.
Luego del proceso de vacunación, la aceptación de Guillermo Lasso ha decaído notablemente. En julio de 2021 gozaba del 74 por ciento de aceptación, pero ahora solo tiene el 30,82 por ciento de respaldo, a menos de un mes de cumplir su primer año de mandato.
La desaprobación de las encuestas no es el único problema que enfrenta el Presidente ecuatoriano. A casi un año de su asunción, no logra implementar ninguna de las reformas (económicas, fiscales y administrativas) por no contar con la mayoría en la Asamblea Nacional ni sostener un sistema de alianzas con los espacios que lo apoyaron en la segunda vuelta electoral.
En adición, cuatro ministros (Defensa, Energía, Derechos Humanos y Agricultura) renunciaron a sus cargos en un contexto de pérdida de aliados. El argumento oficial fue que «está realizando una evaluación de todo su Gabinete y haciendo los cambios que considere pertinentes de cara al logro de sus objetivos».
En medio de todo, este primero de mayo se realizaron marchas en el marco del Día del Trabajador en las que se rechazó las medidas neoliberales del Gobierno.
En ese marco, argumentando una situación de emergencia en seguridad por el accionar de «bandas de delincuentes», Lasso decretó el toque de queda con fuerte presencia de efectivos policiales en tres regiones donde se esperaba un masivo despliegue de las marchas.
