El terror volvió a golpear a Afganistán. Al menos 90 personas murieron y 400 resultaron heridas en un atentado con coche bomba perpetrado este miércoles en una zona de alta seguridad de Kabul, cerca del Palacio Presidencial, donde se encuentran varias embajadas y edificios del Gobierno, según el último recuento del ministerio de Salud Pública […]


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El terror volvió a golpear a Afganistán. Al menos 90 personas murieron y 400 resultaron heridas en un atentado con coche bomba perpetrado este miércoles en una zona de alta seguridad de Kabul, cerca del Palacio Presidencial, donde se encuentran varias embajadas y edificios del Gobierno, según el último recuento del ministerio de Salud Pública afgano.

«Más de 50 vehículos quedaron destruidos o dañados», indicó el ministro de Interior en un comunicado. Además, pidió a la población que done sangre.

En el ataque también murió un chofer afgano que trabajaba para la BBC, y cuatro de sus periodistas resultaron heridos. Los cinco viajaban en un vehículo que resultó alcanzado por el estallido. Esta información fue confirmada por la misma cadena.

Por otro lado, funcionarios de la embajada de Alemania resultaron heridos, aunque ninguno de gravedad, y un guardia de seguridad de origen afgano, que trabajaba custodiando la oficina, falleció, reportó la oficina del servicio exterior alemán.

La explosión se produjo cerca de las 08:25, hora local (03:55 GMT), en el Distrito Policial 10, cerca de la plaza Zanbaq, en una zona cercana a las embajadas de Alemania, Turquía y Japón, precisó otro representante ministerial, Wahidullah Majroh.

Una espesa columna de humo se elevaba en el distrito diplomático, donde se encuentran numerosas embajadas extranjeras.

El portavoz de la Policía de Kabul Basir Mujahid indicó a EFE que las primeras investigaciones apuntan a que el vehículo, un pequeño camión del servicio de alcantarillado, fue cargado de explosivos y detonado en una zona de gran concurrencia de tráfico.

«El objetivo no está aún claro, pero fue cerca de la Embajada de Alemania», indicó el portavoz policial, al señalar que la zona está acordonada, mientras continúan las investigaciones.

La explosión fue tan potente que sacudió una gran parte de la ciudad, rompió ventanas y vidrieras y creó pánico en la población.

La potente detonación, que se escuchó en varias zonas de la ciudad, se registró en pleno mes sagrado de Ramadán y en plena hora punta de ingreso a los edificios de oficinas, ya que durante esta época la gente entra una hora más tarde a trabajar.

Ningún grupo armado ha reivindicado todavía la autoría, mientras que los talibanes reaccionaron rápidamente para negar su participación. «La explosión no tuvo nada que ver con los muyahidines del Emirato Islámico», dijo el portavoz del grupo, Zabihullah Muyahid, citando el nombre que utilizan para referirse a ellos mismos.

Muyahid declaró también que los talibanes condenan cualquier «explosión o ataque contra civiles» y aseguran que su lucha es contra el Gobierno, a pesar de que la mayoría de sus atentados resultan en muertes civiles.
Si el comunicado es veraz, la única opción restante será una autoría de parte del grupo terrorista Estado Islámico (ISIS), el cual llevó a cabo los dos últimos ataques de envergadura con bomba en Kabul, el último de ellos a principios de mes y ocurridos también en el área diplomática.

El presidente de Afganistán, Ashraf Gani, pidió la semana pasada a todos los grupos insurgentes que respetaran la celebración del mes sagrado y detuvieran sus acciones armadas.

Sin embargo, ya el pasado domingo los talibanes cometieron un atentado con coche bomba en una parada de autobús en Khost (sureste) causando 13 muertos y 8 heridos, en su mayoría, militares, en el primer día del Ramadán.
El Ejecutivo afgano ha ido perdiendo terreno ante los talibanes y otros grupos insurgentes desde el final de la misión militar de la Alianza Atlántica y en este momento apenas controla un 57 % del país, según información de Washington.

El principal diplomático estadounidense en Afganistán, Hugo Llorens, condenó el hecho y dijo que «el horrendo y vergonzoso ataque demuestra el desprecio de los terroristas por la vida y su oposición nihilista al sueño de una futuro pacífico en Afganistán».

En tanto, el cuartel general de la OTAN en el país emitió un comunicado en el que destaca el «coraje de las fuerzas de seguridad afganas, especialmente la policía y los paramédicos».
«Ataques como estos sólo sirven para fortalecer nuestro compromiso con nuestros aliados afganos mientras buscan un futuro de paz y estabilidad», agrega.

 

Fuente: InfoBae








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