Los edulcorantes artificiales, como el aspartamo, la sucralosa y el esteviósido, son ingredientes cada vez más usados y ampliamente consumidos, especialmente en las bebidas dietéticas; sin embargo, su impacto a largo plazo en la salud es incierto.
Para comprender mejor los efectos que pueden tener, un equipo especialistas de la Universidad de Manitoba en Canadá, realizó una amplia investigación en la que pudieron relacionar el consumo de edulcorantes artificiales con el aumento de peso y otros problemas de salud.
Para determinar la correlación entre los edulcorantes artificiales con efectos adversos a largo plazo sobre el peso y otros los problemas de salud, los investigadores ejecutaron un análisis sistemático de 37 estudios que monitorizaron a más de 400.000 personas durante un promedio de 10 años.
Entre estos estudios, 7 fueron ensayos controlados aleatorios, los cuales involucraron la participación de más de 1000 personas, que fueron seguidos durante un promedio de 6 meses.
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En el meta análisis realizado, los científicos no lograron obtener evidencia definitoria, ni beneficio consistente de que los edulcorantes artificiales favorecieran la pérdida de peso, y en contraste, pudieron observar que su consumo rutinario conlleva a un riesgo relativamente mayor de aumentar de peso y sufrir obesidad, así como de presentar otros problemas de salud a largo plazo, como presión arterial alta, diabetes y enfermedades del corazón.
El Dr. Ryan Zarychanski, Profesor Asistente de la Facultad Rady de Ciencias de la Salud de la Universidad de Manitoba y autor del estudio, expresó: “A pesar de que millones de personas consumen rutinariamente edulcorantes artificiales, se han incluido relativamente pocos pacientes en los ensayos clínicos de estos productos.
Los datos de los ensayos clínicos que hemos analizado no respaldan los beneficios previstos de los edulcorantes artificiales para el control del peso.”
Como preámbulo, ya en estudios anteriores los investigadores pudieron observar que las personas que consumían al menos una soda artificialmente endulzada al día, tenían tres veces más riesgo de sufrir un ictus isquémico.
En 2016, otro estudio mostró que los edulcorantes artificiales potencialmente provocaban que las personas sintieran hambre, haciendo que comieran más.
En un estudio realizado por investigadores en Israel, se descubrió que los edulcorantes alteraban las bacterias intestinales involucradas en procesos como el metabolismo y la conversión de los alimentos en energía o combustible almacenado. Esto, a su vez, podría conducir a una serie de problemas de salud.
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Por su parte el Dr. Meghan Azad, del Instituto de Investigación Infantil de la UM y coautor del estudio, señala: “En cuanto al consumo habitual de productos que incorporan en su elaboración edulcorantes artificiales, como la bebidas dietéticas, no existe un beneficio claro y por el contrario hay una alta posibilidad de generar un deterioro de la salud; así que desde mi punto de vista, lo mejor es tomar agua.”
Luego del estudio realizado, los especialistas hicieron un llamando a la prudencia en el consumo de estos productos, hasta que los efectos a largo plazo que pueden presentarse, sean plenamente establecidos.
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