Ante la entrada en vigor de aranceles a productos chinos hasta por 34,000 millones de dólares, Pekín anunció «contramedidas necesarias», que probablemente castiguen a productos estadounidenses de la agroindustria.


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Ante la entrada en vigor de aranceles a productos chinos hasta por 34,000 millones de dólares, Pekín anunció «contramedidas necesarias», que probablemente castiguen a productos estadounidenses de la agroindustria. Trump adelantó que en dos semanas entra en vigor otra tanda de aranceles por 16,000 millones de dólares adicionales en bienes chinos.

China acusó este viernes a Estados Unidos de lanzar “la mayor guerra comercial de la historia económica» al imponer el mismo día aranceles de 25% por hasta 34,000 millones de dólaressobre productos chinos importados, con énfasis en aquellos de factura industrial y tecnológica.

En un comunicado, el ministerio chino de Comercio indicó que Washington “ha violado las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC)”, lo que empuja a Pekín a “tomar las contramedidas necesarias» en reciprocidad a los aranceles de EEUU.

«China prometió no disparar primero, pero para defender los intereses fundamentales del país y de su población, se ha visto obligada a tomar las contramedidas necesarias», dice el texto.

Pekín no ofreció detalles de inmediato sobre cuales serán esas «contramedidas», pero se espera que afecten a productos de agricultura estadounidenses para golpear a los sectores que han dado su apoyo a Donald Trump.

Funcionarios de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos tenían previsto recaudar aranceles del 25% a una gama de productos que va desde los vehículos a motor, unidades de almacenamiento informático, partes de bombas, válvulas e impresoras y otros componentes industriales.

Los gravámenes chinos a cientos de bienes estadounidenses incluyen destacadas exportaciones como la soja, el sorgo y el algodón, lo que amenaza a los productores agrícolas que apoyaron a Trump en la elección de 2016, como Texas y Iowa.

En el Air Force One que lo llevó a un evento de campaña en Montana, Trump declaró a los reporteros que los aranceles estadounidenses a otros 16,000 millones de dólares en productos chinos están programados para entrar en vigor dentro de dos semanas.
Pero las hostilidades comerciales entre ambas naciones podrían intensificarse.

Trump dijo que Estados Unidos está preparado para gravar otros 200,000 millones de dólares en importaciones chinas y luego 300,000 millones más si Beijing se rehúsa a ceder a las demandas de Washington y continúa tomando represalias.

Ello podría elevar el total de productos chinos afectados por aranceles a unos 550,000 millones de dólares, más de los 506,000 millones en productos que China envió a Estados Unidos el año pasado.
El gobierno de Trump justifica estas medidas, además del robo de propiedad intelectual, por el déficit comercial bilateral ya asciende a $375,000 millones.

«Podemos decir probablemente que la guerra comercial ha empezado oficialmente», dijo Chen Feixiang, profesor de economía aplicada en la Shanghai Jiaotong University, citado por Reuters. «Si se queda en 34,000 millones de dólares tendrá un efecto marginal en ambas economías, pero si sube a 500,000 millones como dijo Trump, entonces tendrá un gran impacto para ambos países».

La entrada en vigor de los aranceles marca el fracaso de meses de negociaciones entre las dos mayores economías del mundo, y ocurre en momentos en que importantes voces de la industria alertan sobre las consecuencias internas en Estados Unidos.

Son también el eco de las propuestas de Trump como candidato presidencial, en 2016, cuando en cada discurso fulminaba la competencia china en el comercio internacional.

El ministerio de Comercio chino denunció, además, que este tipo de gravamen es un abuso típico en el comercio, que pone en peligro seriamente la cadena industrial global, dificulta la recuperación económica, causa agitación en el mercado y afectará a «muchas corporaciones multinacionales inocentes, empresas y países corrientes».

«Los consumidores no solo estarán indefensos, sino que (los aranceles) dañarán los intereses de los negocios y el pueblo estadounidense», añadió.

En la práctica, los aranceles impuestos por EEUU a cientos de productos chinos, además del acero y el aluminio, ya están impactando empresas en territorio estadounidense debido al aumento de los costos de producción, porque el país no satisface completamente la demanda interna y tiene que recurrir al acero de tradicionales aliados como México,

Canadá y Alemania que también han sido castigados con las tasas impositivas. En específico, el acero experimentará 25% de arancel y el aluminio un 10%.
El asunto además hará más difícil conseguir acero y aluminio nacional, porque aquellos que recurrían al importado ahora comenzarán a mirar hacia el mercado interno ya sobredemandado.

 


Redacción CiudadColorada.com | Univision.com







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