Puede verse como una paradoja o como una injusticia o como una apreciación técnicamente fallida que pasa en muchos otros países, como China, el mayor productor mundial de alimentos, o Brasil, el más grande exportador de comida de América Latina
Pero en ninguna otra nación la brecha parece ser tan grande como en Argentina, donde hoy una nueva crisis económica -hubo diez graves en 70 años- probablemente se traduzca, según el presidente, Mauricio Macri, en un nuevo aumento de la pobreza.
En un dato oficial que muchos argentinos saben de memoria, Argentina produce alimentos para abastecer a casi 440 millones de personas.
El 32% de la población argentina es pobre, el 27,3% de sus 44 millones de habitantes está bajo la línea de pobreza, y un 4,9%, son indigentes. Cada mes los porcentajes aumentan, si no se avizora un alto a la crisis el número de pobres aumentará.
El propio Mauricio Macri reconoció que se avecinan momentos peores. «Tenemos meses difíciles por delante»”, dijo el presidente argentino.
De acuerdo con el INDEC, el 41% de los argentinos menores de 14 años es pobre. En la misma situación se encuentran un 32,9% de quienes tienen entre 15 y 29 años.
La periferia bonaerense concentra al 31,9% de los habitantes en esas condiciones. La medición oficial informa a su vez cómo incidieron los incrementos de los servicios públicos y el transporte en el deterioro social.
Los gastos de la luz, el gas y el agua subieron un 52,8% solo en el período estudiado. Para viajar, los ciudadanos necesitan un 45% más de dinero que hace seis meses.
El combustible ha aumentado 75% en un año, los alimentos 40%, los servicios básicos 55% y el transporte 60%.
Los asalariados en cambio recibieron aumentos anuales de 24% promedio.
Para desactivar una huelga general el gobierno ordenó pagar un bono de emergencia equivalente a 135 dólares. Pero excluyó a jubilados y a empleados estatales.
En un país donde cada día aumenta el costo de los servicios incluyendo el de los víveres, ya no se puede vivir, Mauricio Macri un político de extrema derecha que llegó al poder con un discurso de no más impuestos, de mayor libertad, de un mejor estilo de vida, está muy próximo a terminar su mandato y dejará a un país, -uno de los más grandes de América del Sur- sumido en la pobreza con más de 14 millones de pobres.